En este preciso momento, mientras escribo, estoy oyendo (con unos pocos días de retraso) el último programa de Milenio 3. La nave del misterio, tripulada por Iker Jiménez. Y, aunque sólo sea un programa de radio, me deja la sensación de un gran vacío, ahora que sé que no habrá programas nuevos. Aunque, afortunadamente, los podcast quedan ahí, y hay muchos programas que me faltan por escuchar.
Porque han sido muchos años de escuchar a Iker y a Carmen. Muchos años escuchando las teorías de conspiración de Santiago Camacho. Muchos años escuchando la música de Mike Olfield, perfecta para ambientar todas las historias que se contaban en el programa. Muchos años con la piel de gallina escuchando las dramatizaciones de historias de misterio que ocurrieron en pueblos españoles recónditos, hace décadas.
Me encanta la manera que tiene Iker de comunicar, de hablar de misterio con seriedad y rigor. De entretener con temas tan interesantes.
Me he quedado con la espina clavada: quería haber pedido unas “bendiciones milenarias” de Iker hacia mis dos niños, pero no va a poder ser.
Simplemente, esta breve entrada para dar gracias a Iker Jiménez por este gran programa. Espero que vuelva algún día a la radio, que es mucho más mágica que la televisión para este tipo de contenidos.
Gracias.
#soyMilenario
#hastaSiempreMilenio3
Jo, yo que quede con la cara partida cuando lo dijeron. No podia ser!! Ahora me faltara algo los fines de semana!