En esta pequeña historia contada a modo de tira cómica, podéis ver unos hechos reales que me han ocurrido más de una y dos veces, y supongo que a muchos otros padres amantes de los videojuegos, también. Y es que es lo que tiene encender la Xbox cada medio año:
Mi play2 no tiene que actualizarse jajajaja
Qué dura es la vida del friki con descendencia. Hace tanto que no juego a algo…
Uff, yo juego igual cada 2 sábados o así. Si hay suerte y se duerme siesta o se acuesta pronto. Y ahora viene el segundo… :m